viernes, 5 de marzo de 2010

AGUA NEGRA


PEQUEÑO DIAMANTE EN LA MONTAÑA: AGUA NEGRA
Relato Breve
"¿Acá vamos a pescar, Fernando?". Mi compañero de pesca en la oportunidad, Alberto Martínez, -un mendocino de ley, además de conservacionista cabal -, me miró como esperando una broma. O que el hilito de agua que corría abajo empozara al menos medio metro en alguna parte. Ya "armados hasta los dientes", lo ví alejarse casi al trote. Cuando por fin pude alcanzarlo le expliqué que se estaba devorando a pie lo mejor del arroyo y que las truchas estaban "ahí" donde el agua daba a los tobillos. Relajándose un poco, probó a derivar la seca por las bandejitas más calmas y comenzó a conectar una tras otra las violentas arcoiris iglesianas.
A fines de septiembre en San Juan, los deshielos primaverales comienzan a enturbiar ostensiblemente los principales cursos de agua sanjuaninos y el pescador inicia una incansable búsqueda de los escasos y pequeños arroyos que le permitan tentar a las truchas en condiciones de aceptable visibilidad. Salvo ciertos ríos de alta cordillera con excelente pesca pero que requieren al menos tres días y un apoyo logístico importante para ser abordados, sólo algunos pesqueros cercanos conservan la transparencia necesaria, permitiendo que las moscas trabajen adecuadamente. Entre ellos se cuenta el minúsculo arroyo de Agua Negra.
Este hilo de agua cristalina ofrece al deportista aristas muy técnicas y controvertidas: el espacio disponible para presentar el artificial y derivarlo es comparable al que encontramos en un vagón del subterráneo de Tokio, pero con viento; el agua baja turbulenta y sin embargo las truchas nos adivinan desde varios metros antes; la vegetación está a una distancia de la ribera que no permite castear desde atrás de los arbustos y, como si fuera poco, cuando arcoiris en ocasiones superiores al kilo arrancan aguas abajo lo hacen a la velocidad de un bonefish. Y..., a algunos nos gusta así.



Situación Geográfica - Homónimos
El arroyo de Agua Negra se encuentra en el límite Oeste del Departamento Iglesia, en el Noroeste de la provincia de San Juan, siendo su punto más accesible el paraje conocido como El Antecristo, a 25 km. del pueblo de Las Flores.
Nace en los glaciares situados en los cordones de Olivares y Colangüil, en la Cordillera de Los Andes y discurre en sentido Oeste - Este, paralelo a la Ruta Nacional 150 que une a San Juan con la Cuarta Región chilena. Desde su nacimiento hasta el inicio de su canalización recorre aproximadamente unos 35 kilómetros, encontrándose el curso superior claramente dividido en su punto medio por un extenso depósito de sedimentos de origen glacial, denominado "El Arenal", responsable del enturbiamiento veraniego que suele teñir las aguas normalmente cristalinas del Agua Negra. En mi experiencia personal y los comentarios recabados, no existe población de peces aguas arriba de dicho sitio.
Si Usted pregunta en San Juan por Agua Negra, depende de dónde se encuentre será la respuesta. Son poseedores de su "Arroyo de Agua Negra" los departamentos de Nueve de Julio, Jáchal e Iglesia (y probablemente algún otro). En el primero solamente encontrará carpas, dientudos y muchos, pero muchos mosquitos. En el segundo caso, la pesca, pese a las siembras reiteradas, es una incógnita. Solamente el arroyo situado en el Departamento Iglesia tiene posibilidades concretas para el mosquero.
Entomología
Este diminuto curso posee una fauna entomológica de aguas frías bastante completa. Plecópteras, Tricópteras y Odonatos se encuentran representados en el arroyo. También abundan las moscas comunes (Díptera) debido a los "bosteaderos" de ganado existentes en las vegas, pero sin duda las estrellas de estas aguas son las mayflies (Efemeróptera) mayormente representadas por Massartellopsis irarrazavali que llegan a ennegrecer la base de las piedras y son las fuente alimentaria de las potentes arcoiris de Agua Negra. También es posible encontrar scuds (Hyalella) y muy raros bagres de torrente.
Accesos y épocas
Junto con el río Jáchal, el arroyo de Agua Negra es uno de cursos de pesca estival más fáciles de acceder. Saliendo desde San Juan al norte por la RN 40, se atraviesa el departamento Albardón, se empalma sucesivamente con la ruta provincial 436 en Talacasto, luego por RN149 hasta Iglesia y Las Flores, y desde allí por Ruta Nacional 150, siendo esta última internacional y la que comunica con la República de Chile. Apenas pasando el pueblo de Las Flores, se encuentran las oficinas de aduana, donde se debe dar aviso de paso y el horario de regreso en caso de estar habilitado el paso internacional. Una vez que se transitan unos 35 km. se arriba al puesto de Gendarmería Nacional en Peñasquito, a (aproximadamente) 3500 msn/m, donde se debe cumplir con idéntico procedimiento, presentando además el permiso de pesca y los papeles del rodado, que habitualmente son retenidos por esta Fuerza hasta el regreso. A partir de allí el camino es de ripio en regulares condiciones.
Un acceso como éste torna el arroyo muy vulnerable al furtivismo y a pescadores que, aún siendo medidos en el número de truchas muertas, no comprenden que Agua Negra es un ecosistema demasiado frágil como para permitirse alterar su balance poblacional sólo con fines gastronómicos. Así es como los sectores inferiores del curso, más desprotegidos y cercanos a la población de Las Flores, muestran un deterioro notable de su calidad de pesca. La abundancia de capturas pequeñas evidencia esta situación. En cambio, los tramos que se hallan aguas arriba del puesto de Gendarmería Nacional (Peñasquitos), apenas diez kilómetros más adelante, brindan tal vez menos capturas pero con portes más gratificantes. Quizá la presencia de esta fuerza pública signifique una barrera -mayormente psicológica- para los sacapescados.
La época ideal para pescar Agua Negra es desde mediados de octubre a fines de marzo. El resto del año la temperatura del agua desciende tanto que las truchas casi no se mueven, a más del necesario respeto por el desove que en este arroyo se produce en lugares demasiado accesibles, a diferencia del resto de las aguas provinciales.

RECOMENDACIONES
Las márgenes del curso presentan algunas posibilidades de acampe agreste, sobre todo en el paraje Peñasquitos, donde una pequeña arboleda situada sobre una amplia vega, brinda el reparo y nivelación necesarios para armar la carpa. El agua del arroyo es helada aún en verano y, mientras se conserve cristalina (ocasionalmente se enturbia por varios días) es perfectamente bebible.
Recuerde que a esa altura no llegan los camiones recolectores de residuos ni los bomberos, por lo tanto es imperativo traer de vuelta todos los residuos generados, encender el fuego con las precauciones necesarias y apagarlo perfectamente.
No conviene restar importancia al tema de la altura. Agua Negra se sitúa a 3500 metros sobre el nivel del mar y la falta de oxígeno es evidente, así como el apunamiento que puede provocar. Por lo tanto, no camine rápido, no trote ni corra hasta que el cuerpo se haya aclimatado, lo que normalmente requiere de un día o dos. No coma en forma abundante y ante el menor signo de mareo, siéntese, agache la cabeza y respire hondo hasta recuperarse. Si es fumador, olvídese del tabaco por ese día.



Alternativas de pesca
Agua Negra es un arroyo para "trabajar" fino. Sus escasos dos metros de ancho promedio difícilmente permiten que más de dos cañas pesquen con comodidad el mismo tramo. En este sentido cabe tener en cuenta la modalidad de pesca que suelen emplear los locales, sea con artificiales o con lombriz (prohibido), casi siempre pescan bajando el arroyo, por lo tanto si nos encontramos con esta situación deberemos buscar un tramo en el cual podamos pescar aguas arriba sin inteferencia.
De lo que acabo de mencionar, se desprende que la modalidad de pesca más recomendable es casteando aguas arriba con secas para aguas rápidas o ninfas lastradas e indicador.
Utilizar una caña superior a potencia #4 en Agua Negra es "irse de mambo" y perderse lo mejor del arroyo. Probablemente una caña #3 de siete pies y medio con puntera dócil armada con una línea de flote de torpedo bien adelantado (p/ej. Río Grand, de Río fly lines) más un leader de 7 y medio pies con tippet 4 X, son el equipo ideal para esta "cirugía".
En materia de artificiales, se destacan las ninfas Prince Bead Head, Pheasant Tail, Copper John, Kauffman Stone (todas en tonos oscuros) y las secas tipo Wulff o pequeñas atractoras de foam, todas en #12 y 14.
Para el vadeo, bastará con unos hippers o "piernitas", como le dicen acá, y un buen par de botas con suela de fieltro. No olviden un rompevientos, porque el frío puede hacerse sentir, y mucho.


Si bien es un evento infrecuente, en algunos años de mucho deshielo es posible encontrar el agua turbia. Con que tengamos una visibilidad de unos 20 cm. alcanza para pescar. En este caso, las ninfas y secas nos serán de poca utilidad, por lo que conviene agregar un polyleader bien denso y algunas Woolly Bugger marrones con bead head en tamaño #8 ó 10. Obviamente este conjunto no se lanza, sino que se "deja bajar" en la corriente hasta llegar a los cazaderos. No es la pesca más agradable, pero en circunstancias como la descripta, capturé mi mejor arcoiris de Agua Negra, un hembrón que rondaba los tres kilos.

Actividades "extra-fishing"
Pese a los constantes esfuerzos del gobierno sanjuanino por poblar nuestras áreas más bellas con espantosos rajos mineros a cielo abierto, Iglesia conserva un enorme potencial turístico aún intacto en buena parte de su territorio. En este departamento, junto al pueblo de Rodeo se encuentra el dique de Cuesta del Viento, uno de los dos mejores lugares del mundo para la práctica del windsurf, con vientos superiores a 60 km. garantizados durante 350 días al año.
Aunque menos conocido por ello, el embalse también ofrece los pejerreyes más grandes de la provincia a quienes se internen en sus aguas. Para esto es imprescindible contar con un gomón o semirrígido superior a los 3,50 m. de eslora y motor de 20 HP o más, además de todas las medidas de seguridad requeridas para la navegación en condiciones extremas. Sucede que si bien el lago suele permanecer calmo hasta el medio día, luego de éste el viento alcanza una fuerza inusitada, lo que ya ha costado no pocas vidas en su corta historia.
Todo el valle de Iglesia presenta condiciones ideales para el el trekking, el mountain bike y las cabalgatas.
A escasos 5 km. de Las Flores se sitúa el Hotel Termas Pismanta, lugar ideal para quienes prefieren una estadía confortable, a precio razonable y con la posibilidad del relax post-pesca en sus tibias aguas. Pocos kilómetros al norte, se encuentra Huañizuil, una estancia de principios del siglo pasado que resalta en la aridez del pedemonte por sus tupidos bosques de roble, fresno y castaño. Allí puede disfrutar de buen alojamiento, gastronomía y diversas actividades guiadas.
Algo más al norte está el pueblo de Tudcum, del que guardo preciados recuerdos de mi infancia. El lugar es famoso por sus dulces y tejidos artesanales. Hoy, ostenta el oprobio de ser puerta de entrada a las minas de oro de Veladero y Pascua Lama, símbolos del saqueo nacional y la contaminación.
Las posibilidades turísticas no se agotan allí. Hacia al norte del departamento están los poblados de Angualasto (yacimiento arqueológico), Buena Esperanza, Colangüil y Chinguillo. Este es el último asentamiento humano antes de la Reserva de Biósfera de San Guillermo, único lugar en el mundo donde -4x4 mediante- pueden verse juntos a guanacos y vicuñas en su hábitat natural, contado entre los lugares más salvajes del globo.

jueves, 4 de marzo de 2010

PESCANDO EN EL LEJANO OESTE


PESCANDO EN EL LEJANO OESTE
Para llegar al pool que sigue a la "Barranca de los Monstruos" no hay mayores posibilidades aparte de un largo rodeo sobre la barranca norte del Jáchal y el "buceo" entre la selva de chilcas, que dan rápida cuenta de los waders. Ahí estaba yo en ese pozo sin nombre, bañando la caja de moscas, una por una. Me senté y miré la potente correntada del run, podía sentirle el olor a la trucha escondida entre esas piedras, pero no lograba bajar hasta su hocico, condición inevitable para un río donde pateamos una piedra y salen siete pancoras. La trucha simplemente abre la boca y come, casi sin necesitar moverse del fondo. Miré el chaleco. Nueva, sin uso, una sink tip de 150 grains se enrollaba en el carrete extra; probemos, total?. Cambio, roll y al agua con una Bichón Fly en 2/0. Tensión lenta y... rrrrrrrrrrrrrrrrr, no para, no para!!. No tengo corazón, es un bombo, una matraca humeante. Pienso: "enganché una vaca, ya se va a plantar". No se planta "un áca" y me lleva al galope con el agua a las rodillas, la #5 pregunta si el seguro está al día. Se detiene tras de una roca y aprovecho para irme aguas abajo. Después, todo es más fácil: se opone a que la lleve hacia atrás, hace una diagonal hasta mi orilla para terminar entre la costa y mi copo. Trece minutos y medio. Carajo, es grande!!, la mitad del cuerpo sale fuera de la red. La balanza se clava en los cuatro redondos. Nos sacamos una docena de fotos y luego, me congelo las manos durante quince minutos hasta que arranca sola hacia el flamante "Pool de las vacas".



EL JACHAL Y SUS TRUCHAS
La comunidad de truchas arco iris (Oncorhynchus mykiss) del río Jáchal desde el punto de vista pesquero - deportivo, es la más atractiva de la provincia en virtud de la calidad y porte de sus ejemplares. Se encuentra a sólo 200 kilómetros por pavimento desde nuestra ciudad capital y a sólo diez kilómetros del pueblo de Rodeo, donde el pescador encuentra variados alojamientos.
Los salmónidos de este ámbito provienen de siembras efectuadas en afluentes superiores (Agua Negra; San Guillermo, etc.) y escapes de una pequeña piscicultura privada que existe aguas arriba de la presa. Junto a las que posteriormente se sembraron, dieron origen al calificado pesquero que hoy -en condiciones de suma fragilidad por el accionar humano- podemos disfrutar.
Hasta fines del año del 2004 este "tailwater" del norte sanjuanino, mostró sus mejores perlas, brindando capturas que alternaban entre arcoiris silvestres y también las que sembramos con la APMSJ. El crecimiento individual era asombroso: según los análisis de las escamas que enviamos a San Martín de Los Andes, las truchas engordaban alrededor de un kilo al año.
Después, vinieron los desarenados del embalse de Cuesta del Viento y el inicio de explotación del megaproyecto aurífero Veladero, únicas intervenciones antrópicas en la joven historia de un río que, hasta ese momento, había progresado sin solución de continuidad. De nada valieron los planteos ante las autoridades de Hidráulica provincial ni la intermediación de los funcionarios de Medio Ambiente. Las truchas prácticamente desaparecieron del agua.
Desde entonces y hasta el año 2008, un pequeño grupo de pescadores sanjuaninos realizaron un trabajo de hormiga (otro más y van...), peregrinando ante las autoridades ambientales; solicitando y colaborando en la repoblación; colocando la cartelería...y vuelta al ruedo.


EL JÁCHAL, HOY.
Hoy, el noble Jáchal vuelve a brindar sus arcoiris cortas y robustas a quien "trabaje" con prolijidad e insistencia su intrincado curso. Poco a poco retornan los buenos portes que le dieron fama en su breve historia pesqueril.
Dentro de las especies autóctonas, -pese a la singular importancia que revisten- fruto de los desecamientos prácticamente han desaparecido del curso inferior los Bagres de torrente (Hatcheria macraei), los Bagres pintados (Trichomycterus areolatus) y Mojarras negras (Jennynsia maculata) que originalmente poblaban el curso. El forraje se redujo a una variopinta fauna entomológica con abundancia de terrestres, pejerreyes provenientes del embalse... y pancoras, muchas pancoras. El río Jáchal es el que contiene a una de las mayores comunidades de este crustáceo en nuestra provincia. Esta especie autóctona carnívora y detritívora, a la vez de ser una eficaz procesadora de desechos orgánicos, constituye el principal alimento de distintos predadores dentro y fuera del agua. De hecho es la responsable del vertiginoso crecimiento individual y el control poblacional de la comunidad de salmónidos del río Jáchal (vale decir que los engorda pero también se encarga de limitar su aumento poblacional desmedido). Además, complemento alimentario de los zorros que pueblan sus márgenes (detalle fácil de comprobar visualizando sus excrementos).

Por aporte natural, las aguas del Jáchal siempre mostraron valores importantes de arsénico y boro. Sin embargo, los pueblos que riega su curso, pudieron desarrollar actividades agrícolas y aún emplearlo para consumo humano. Hoy, beber con alguna regularidad el agua del río es poco recomendable debido al incremento en la concentración de las sales mencionadas.
Con la construcción de la presa de Cuesta del Viento, el hasta entonces turbio torrente que había sido el Jáchal se transformó en una meandrosa corriente azul que permite ver con claridad las pancoras que, por millares, medran entre las piedras sumergidas.
Las truchas de este río se las ven en figurillas para poder sostenerse como población estable. Las constantes subidas y bajadas del caudal que eroga la presa situada aguas arriba y los enjambres de pancoras conspiran en perjuicio de los desoves. En vivo y en directo he podido ver varias veces el "spielberesco" espectáculo de docenas de éstos crustáceos devorando nidadas enteras de ovas anaranjadas entre la gravilla del río. Son prolijas y no dejan ni el juguito.
Si a esto le sumamos la acción frecuente de los furtivos que hasta el día de la fecha continúan asolando sus pozones con carnadas y otras "artes", la supervivencia de sus truchas es una gracia del Creador.
Alguna dificultad reproductiva podría relacionarse al arsénico presente en el río: en seres humanos está comprobado que su ingestión periódica provoca abortos espontáneos. ¿Tendrá el mismo efecto en los desoves de truchas?.



PESCANDO
Tan cambiante como la historia del río lo han sido las técnicas de pesca que ha demandado en diferentes épocas.
Previo a todo, vale resaltar que el Jáchal es un río pequeño pero potente en correntada, con aguas que pueden variar en un mismo día de un celeste velado a la transparencia más absoluta. Asimismo, no debe perderse de vista que en buena parte de los 365 días que este río se encuentra habilitado con devolución obligatoria, el viento que arranca a partir de la siesta nada tiene que envidiarle a los céfiros fueguinos.
Cuando comenzamos a pescarlo, allá por el 2001, el señorío del streamer trabajado con sinking tips rápidas fue indiscutible. El empleo de ninfas quedaba relegado a las manías de algún excéntrico (como este servidor). Bastaba con colocar alguna imitación de pancora medianamente creíble y trabajada muy lentamente a ras de fondo para obtener gruesos premios.



Más recientemente, las líneas de flote, las ninfas grandes y contrastantes ganaron territorio. La exigencia de las truchas hacia el pescador creció astronómicamente, transformando al Jáchal en un desafío atrapante. Los peces solamente toman en deriva muerta, a exacta velocidad de corriente y con succión muy breve y sutil. Los leaders largos y potentes, con indicadores de pique a larga distancia de la mosca son un requisito obligatorio si queremos verle el hocico a las arcoiris norteñas.
También y en cercanías del verano, se obtienen buenos resultados con secas medianas de foam, tipo Fat Albert, Yellow Jacket, Tucurífera y similares en anzuelo #10. Lejos de las explosiones acuáticas que estas moscas provocarían en otras aguas, en el Jáchal son tomadas con la suavidad de una mayfly, quizás porque buena parte de los terrestres que caen al río quedan inermes y a merced de la corriente.
Pese a haber perdido relevancia, los streamers aún logran buenos resultados aunque de manera más aislada. B.H. Woolly Buggers con patas de goma, la Bichon Fly o la Pancora de Ardilla siguen siendo un "disparo al suelo" cuando se trata de pescar pesado.

Si aún conserva su interés en vérselas con "una vaca" (que las hay), mientras no se dedique sistemáticamente a beber el agua o comerse las truchas, este curso lo espera con su árida belleza y una pesca que -justamente por difícil- significa un premio calificado para todo pescador, además de un compromiso individual de no dejarlo entrar en la larga lista de víctimas de un malentendido progreso.